En la Escuela Integral de Yoga creemos profundamente que el Yoga puede ser una herramienta terapéutica, transformadora y accesible para todas las personas.

Desde hace más de 20 años, desde el Yoga Integral, acompañamos a instructoras que desean enseñar con sensibilidad, claridad y propósito, integrando los principios del Yoga con una mirada profunda hacia la salud mental.

Nuestra misión es formar guías que acompañen con respeto, conciencia y base ética. Que comprendan el impacto emocional que puede tener una clase, y que cuenten con las herramientas necesarias para sostener procesos de regulación, cuidado y bienestar.

Sabemos que muchas Instructoras llegan al Yoga desde su propia historia de búsqueda, transformación o crisis. Sabemos que enseñar no es solo replicar técnicas, sino también sostener espacios donde las personas puedan habitar su cuerpo con mayor seguridad.

También sabemos lo que se siente estar al otro lado: con muchas ganas de acompañar, pero sin la certeza de cómo hacerlo con confianza y estructura.

Nosotras también pasamos por ahí.

Y fue especialmente durante la pandemia cuando se hizo aún más evidente: la falta de espacios que ofrecieran alivio psicoemocional y contención estaba afectando profundamente a muchas personas. Identificamos la necesidad de crear instancias de Yoga que no solo fueran prácticas físicas, sino recursos que pudieran contribuir de manera real al bienestar emocional y mental.

Esa experiencia —personal y colectiva— nos impulsó a diseñar formaciones que no se quedan en la superficie. Programas rigurosos, éticos y profundamente humanos, donde el conocimiento se une con la experiencia vivida.

Por eso, nuestras formaciones incluyen:

• Fundamentos en Yogaterapia y salud mental.

• Técnicas de regulación emocional y autocuidado.

• Enfoque inclusivo y basado en evidencia.

• Herramientas para comunicar tu propósito profesional desde el cuidado.