Técnicas que no siempre regulan: cómo enseñar Yoga sin sobreestimular el sistema nervioso

Enseñar Yoga con enfoque terapéutico implica algo más que transmitir técnicas: requiere discernimiento pedagógico para aplicar lo que realmente acompaña el estado actual de quienes practican. No todas las herramientas del Yoga promueven calma. Algunas generan activación, estimulación o incluso hiperventilación —y eso no siempre es lo que necesitamos cuando el objetivo es reducir el estrés o acompañar procesos emocionales complejos.

Una de estas técnicas es Bhastrika pranayama, también conocida como respiración de fuego o respiración de fuelle. A continuación, exploramos sus efectos y por qué puede no ser la mejor elección en clases con enfoque en regulación del sistema nervioso.

Bhastrika pranayama es una técnica respiratoria energizante que implica inhalaciones y exhalaciones rápidas, forzadas y rítmicas. Es comúnmente utilizada en prácticas intensas de meditación o en estilos que buscan activar la energía vital (prana) con fines específicos.

Sin embargo, su efecto no es relajante ni regulador para todas las personas.

De hecho, puede:

• Estimular el sistema simpático (el que se activa en respuesta al estrés).

• Generar sensación de agitación, mareo o incomodidad si se realiza sin preparación.

• Ser desreguladora en personas con ansiedad, hiperactividad, trauma o insomnio.

¿Es una técnica válida? Absolutamente. Pero no siempre es adecuada.

Al momento de planificar tus clases con enfoque terapéutico, estas preguntas pueden ayudarte a seleccionar con más conciencia:

• ¿Cuál es el objetivo emocional o terapéutico de esta clase?

• ¿Esta técnica se alinea con ese objetivo?

• ¿La estoy eligiendo porque sé que es adecuada para este grupo, o porque es parte de mi rutina?

• ¿Estoy priorizando lo que a mí me gusta o lo que el grupo necesita hoy?

• ¿Estoy segura de que todas las personas que acompañaré están en condiciones de sostener esta práctica?

Incluir una técnica que activa sin necesidad puede resultar contraproducente. Lo que para ti puede ser energizante, para otra persona puede ser desbordante.

Si el propósito de tu clase es acompañar procesos de estrés, ansiedad o desconexión corporal, entonces las técnicas elegidas deben seguir ese mismo camino.

En lugar de Bhastrika o pranayamas activantes, considera:

• Respiración diafragmática suave y consciente.

• Exhalación prolongada, ideal para activar el sistema parasimpático.

• Nadi Shodhana (respiración alternada) si el grupo ya tiene experiencia.

• Relajaciones guiadas o pausas de silencio acompañado con atención plena. 

No se trata de eliminar técnicas, sino de aplicarlas con criterio y coherencia pedagógica.

Acompañar desde el Yoga no implica usar todo el repertorio disponible en cada clase. Implica elegir con conciencia, cuidado y propósito. Como instructoras, tenemos la responsabilidad de reconocer que no todas las técnicas son universales ni siempre oportunas.

Recordar esto es parte de crear clases que realmente regulan, contienen y cuidan.